PRÓXIMA CHARLA


PRÓXIMA CHARLA:


¿Cómo se comunican las neuronas? Juan Lerma. Profesor de Investigación del CSIC en el Instituto de Neurociencias de Alicante (CSIC-UMH). Miércoles 27 de noviembre, 19:00. Moe Club, C/ Alberto Alcocer 32, Madrid.


Divulgación de la buena

¡Enhorabuena a mis colegas de la "competencia"! Han recibido los Premios de Comunicación Científica Blogs Madri+d. Si no los conocías previamente, no dejes pasar la ocasión.


 Joaquín Rodríguez por el blog Los futuros del libro.


José Antonio López Guerrero por el blog Bio (Ciencia + Tecnología).


Antonio Figueras Huertas por el blog Ciencia Marina y otros asuntos.

¡Por cierto! ¿Dónde están las "blogueras" de la Ciencia?


Información por sí sola no es conocimiento

Ya lo he tratado en alguna entrada previa. Sobre algunos temas científicos hay muchas noticias, mucha información e, incluso, mucha propaganda, lo que dificulta la comprensión del tema en sí. Ciencia con chocolate pretende, a través de la divulgación del conocimiento, contribuir a una comprensión más profunda y objetiva de la información.

Dicho esto, reconozco que es satisfactorio encontrar noticias sobre temas que hemos tratado en Ciencia con chocolate. Por una parte, porque nos confirman que vamos acertando al elegir temas de actualidad e interés. Por otra, porque esperamos haber contribuido a su mejor comprensión, al menos por parte de los que asistieron a las charlas.
Por ejemplo, al cumplirse los 10 años del primer borrador del genoma humano, se está valorando el grado de cumplimiento de las expectativas planteadas en el origen del proyecto. Recordarás que el Prof. Santiago Rodríguez de Córdoba nos dio una excelente charla al respecto. Las opiniones coinciden en que las expectativas se están empezando a cumplir.

Otro ejemplo de temas tratados, cuya actualidad y relevancia se confirma por noticias recientes, es la pseudociencia y los productos curativos.
Probablemente te habrás enterado de la demanda ganada por consumidores estadounidenses contra una pulsera curalotodo. Como volveremos al tema científico en nuestras charlas, déjame ahora cuestionar brevemente los aspectos sociales y legales: ¿Cómo es posible que, mientras que en EE.UU. este fraude les ha costado, de momento, a los timadores (sí, timadores) 57 millones de dólares, en España sólo les hayan impuesto una multa de 15 mil euros? La pulserita no hace nada, ni para bien ni para mal. Pero hay casos más graves. ¿Cuándo se van a tomar medidas para evitar las prácticas pseudomédicas y pseudocientíficas que sí pueden dañar, al menos por omisión del tratamiento necesario, la salud de las personas?

Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa.

Ni buenos ni malos, sino todo lo contrario

Me refiero a los virus, sobre los que la Dra. Ester Lázaro nos ilustró ampliamente en su charla, de la que amablemente nos ha dejado un resumen. Quizás, para resumir su mensaje en una frase, lo mejor es emplear la que ella mismo comentó:

Vivimos en competición evolutiva con los microbios (bacterias y virus). No hay ninguna garantía de que nosotros seremos los supervivientes (Joshua Lederberg).

Quizás en nuestro antropocentrismo no nos demos cuenta de nuestra insignificancia en el universo. Así pues, no nos queda más remedio que seguir luchando, es decir, investigando y desarrollando nuevos tratamientos y nuevas vacunas que nos ayuden. Son temas que retomaremos en el próximo ciclo de Ciencia con chocolate.

(Imagen por microscopía electrónica del virus Ébola. Original del Dr. Frederick A. Murphy del Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta, EE.UU.)

Pero no te quedes intranquilo. A los virus “les interesa” más utilizarnos que matarnos… Por ejemplo, el precioso virus de la foto produce una enfermedad tan letal que limita su propia diseminación. Otros virus son muy letales en sus primeros contactos con poblaciones anteriormente no expuestas, pero se atenúan con cierta rapidez. Esto también lo explicó Ester, y es simplemente una consecuencia de la evolución de los virus y de la selección natural. Las variantes menos letales tienen mayor capacidad de infectar nuevos individuos y, por tanto, generar nuevos virus (lo que sería reproducirse a su escala).

Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa.

Yo, de mayor, quiero ser astrobiólogo...


…e investigar sobre cómo y dónde  se originó la vida; y cómo evolucionó; y cómo evoluciona; y… ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos? Te suenan estas preguntas que, yo creo, representan la esencia del ser humano. Ya, en otra entrada, comenté que a lo largo de nuestra existencia como especie las hemos intentado responder desde la religión, la filosofía y la ciencia.

Pero no es fácil experimentar sobre el origen de la vida. Y, ¿qué hacemos los investigadores en estos casos? Pues buscar un sistema modelo. Esta es la línea conductora de la investigación de la Dra. Ester Lázaro, que trabaja en el Centro de Astrobiología INTA-CSIC, y de lo que nos comentó en su interesantísima charla sobre Virus Emergentes. Los virus, en la frontera de la vida, le sirven, nos sirven, para ir teniendo alguna pequeña idea sobre posibles respuestas a  aquellas preguntas.

Y, como en otros muchos casos, la búsqueda del conocimiento sobre esas cuestiones tan básicas, tan filosóficas, nos proporcionan información sobre cómo combatir las enfermedades víricas, De eso también nos habló Ester, pero lo dejo para la próxima entrada.

Esta es la última charla de Ciencia con chocolate de este año. Con el fresquito entramos en temporada alta de chocolate con churros y no podemos bloquear la sala que amable y gratuitamente nos cede la Chocolatería Valor de la calle Ibiza 33. Pero, si echas de menos la Ciencia, procuraré estar aquí casi todas las semanas con una entrada nueva, y también tienes los enlaces que aparecen en este blog. Y si echas de menos el chocolate, tú mismo, tú misma…

Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa.

Buenos y variados propósitos


Obviamente, uno de los propósitos de la Semana de la Ciencia (y también de Ciencia con Chocolate) es transmitir el conocimiento generado en los laboratorios de investigación. Pero, al menos para mí, no es lo más relevante. También se pretende dar a conocer el proceso de creación científica, así como el potencial de la investigación. Sigue sin ser lo más importante. Lo que resulta crucial es el lograr que cambie la percepción social de la Ciencia y de los científicos, y que ello permita una búsqueda más efectiva de soluciones para los retos sociosanitarios, medioambientales, energéticos,etc. que la sociedad tiene ante sí. 

Así que no voy a comentar mi charla. Puedes encontrar la mayor parte de ella aquí. Simplemente voy a reproducir algunas de las imágenes que mostré para hacer reflexionar a los asistentes, y también a ti, sobre la imagen de los científicos y de su trabajo. Compárala con la frase que también incluyo al final, y que mejor define mi propio sentimiento como investigador.
Most research is failure. You work for years and years, and then every once in a while there is a tremendous finding, and you realize for the first time in your life that you know something that nobody else in history has ever known (Judah Folkman).
Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa.

El espíritu de Ciencia con chocolate


Me gustaría que hubiera algo más de discusión en este blog. Pero, aún sin ello, estoy muy, pero que muy satisfecho, pues en las charlas de Ciencia con chocolate hay un nivel amplio, intenso y agradable de discusión y de diálogo. Ya se ha comentado en varias entradas y, sobre todo, si has venido a alguna de las charlas, sabrás a lo que me refiero. Éste es el espíritu de Ciencia con chocolate: que sientas a la Ciencia y a los investigadores accesibles y próximos a ti.

Hay una iniciativa institucional, la Semana de la Ciencia, que tiene el mismo espíritu, por lo que te animo a asistir a alguna de sus actividades.


Y, como no podía ser de otra forma, yo también participo dando una charla. Si no pudiste asistir a mi charla en El Foro, si te intrigó mi entrada al respecto de esta charla, si te interesa saber cómo es el proceso de creación científica y qué hacemos los investigadores en nuestros laboratorios, si dudas de que la investigación sirva para algo, etc., ¡anímate a asistir!

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Del laboratorio al desarrollo de una posible terapia para el tratamiento de la ceguera.

Dr. Enrique J. de la Rosa, Investigador Científico del Centro de Investigaciones Biológicas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Cuándo:
Jueves, 10 de noviembre de 18:00 a 19:30

Dónde:
Salón de Actos del Centro de Investigaciones Biológicas.
C/Ramiro de Maeztu 9. Ciudad Universitaria.
Entrada libre


¡Pero no olvides tampoco la charla del día 15!

Virus emergentes. Una nueva amenaza en un mundo globalizado y cambiante.

Dra. Ester Lázaro, Investigadora del Centro de Astrobiología CSIC-INTA.

Cuándo:
Martes, 15 de noviembre de 20:00 a 21:30

Dónde:
Chocolatería VALOR – C/ Ibiza, 33 – Madrid

Entrada libre – Aforo limitado – Consumición no incluida



¡Ni las actividades de la SEBBM en la Semana de la Ciencia!


Ciclo “Ciencia con Ñ” - Instituto Cervantes (C/ Barquillo, 4. Metro Banco de España)
Inteligencia artificial: ¿ciencia ficción o realidad?
Martes, 8 de noviembre de 2011, a las 19:30 h.

De la hierbabuena a la buena hierba: cómo transformar viejas drogas en nuevos fármacos
Martes, 15 de noviembre de 2011, a las 19:30 h.

En la frontera de la vida

Los virus son unas entidades apasionantes en su simplicidad estructural y en la complejidad de su modo de propagación, que utiliza la maquinaria de células bacterianas, animales y vegetales para “recrear su propia vida”. De hecho, desafían algunas de las definiciones de vida que nos enseñaron y aún enseñan en los colegios.

Pero, además, son potenciales agentes patógenos que periódicamente causan alarma social. La primera charla en Ciencia con chocolate fue sobre la gripe A. Y ese solo ha sido el último susto ¡hasta ahora! Otros ejemplos son el SIDA, el síndrome respiratorio agudo y severo, que provocó una alerta mundial a principios del año 2003, y las diversas variantes del virus de la gripe, aparte de la A, con potencialidad para causar pandemias cuya gravedad es difícil de prever. Hay también otros casos, como el del dengue y otros virus transmitidos por mosquitos, en los que se está produciendo una extensión de las áreas geográficas en las que hay riesgo de infección.

La investigación y el conocimiento son pues doblemente necesarios. En primer lugar, por la necesidad de seguir desarrollando nuevas medidas, vacunas y agentes antivíricos, para controlar las infecciones. Pero también para mantener en su justo término las precauciones necesarias y no caer en la alarma desmesurada.
¿De dónde surgen estos nuevos virus? ¿Por qué es tan difícil encontrar tratamientos frente a ellos? La Dra. Ester Lázaro intentará responder a estas preguntas, haciendo especial hincapié en la variabilidad vírica como fuente de nuevos virus, y en las alteraciones ambientales y la globalización como factores que facilitan tanto el contacto con estos nuevos virus como su propagación a diferentes escalas.

Ester es doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente es investigadora en el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) dónde estudia las bases moleculares de la adaptación biológica utilizando como modelos experimentales virus que poseen RNA como material genético. Es autora de numerosas publicaciones científicas en revistas internacionales y coautora del libro “Virus emergentes: la amenaza oculta”. Además realiza una intensa labor divulgadora y colabora en la docencia de másters y cursos de doctorado.


Virus emergentes. Una nueva amenaza en un mundo globalizado y cambiante.

Dra. Ester Lázaro, Investigadora del Centro de Astrobiología CSIC-INTA.

Cuándo:
Martes, 15 de noviembre de 20:00 a 21:30

Dónde:
Chocolatería VALOR – C/ Ibiza, 33 – Madrid

Entrada libre – Aforo limitado – Consumición no incluida

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Solo sé que no sé nada


Esta frase, atribuida a Sócrates, ilustra otro de los mensajes de la charla de Emilio Cáceres (La impaciencia es la madre de la pseudociencia): el conocimiento surge de la duda; nada se puede saber con absoluta certeza.

En efecto, a finales del siglo XVIII la medicina oficial se fundamentaba en la teoría de los humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Frente al remedio de las sangrías, los postulados homeopáticos, entonces introducidos, representaron un avance dado que “el remedio dejó de ser peor que la enfermedad”. De hecho, demostrar la ausencia de toxicidad es la primera fase de cualquier ensayo clínico, como nos ilustrarán en una futura charla.

Pero, desde entonces, la medicina ha evolucionado hasta ser la medicina basada en la evidencia la corriente mayoritaria en la actualidad. Por su parte, la homeopatía mantiene básicamente sus postulados del siglo XVIII sin haber evolucionado.

Por suerte, poco tienen que ver los antibióticos, las vacunas, los transplantes, etc. con aquella medicina.  Y menos aún la genómica, las células madre, la neuroprotección, etc.

En una estancia en EE.UU. oí por la radio una reseña de la conferencia de clausura de curso impartida por el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. A los recién titulados médicos les comentó: “La mitad de lo que les hemos enseñado no es totalmente cierto. Ustedes mismos  lo tendrán que descubrir investigando”.  Como Emilio dejo muy claro “La Ciencia es incertidumbre, pero no hay nada con más certidumbre que la Ciencia”.

Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa.

Apunta en tu agenda

Hace treinta años que soy investigador científico y sigo creyendo como el primer día en la investigación básica, la que está guiada por la curiosidad por comprender el mundo que nos rodea. Por eso fundé una empresa.

        Así comienza un libro que empecé a escribir sobre el proceso de transferencia del conocimiento que nos ha llevado de estudiar la retina de embrión de pollo a estar tratando de desarrollar un tratamiento para las degeneraciones hereditarias de la retina, a día de hoy incurables. Dado que no he encontrado editor, si te interesa ver cómo continua puedes acercarte a la charla divulgativa que daré en el marco de la Semana de la Ciencia.

(Imagen de Luis Quevedo para la portada)


Del laboratorio al desarrollo de una posible terapia para el tratamiento de la ceguera.

Dr. Enrique J. de la Rosa, Investigador Científico del Centro de Investigaciones Biológicas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Cuándo:
Jueves, 10 de noviembre de 18:00 a 19:30

Dónde:
Salón de Actos del Centro de Investigaciones Biológicas.
C/Ramiro de Maeztu 9. Ciudad Universitaria.
Entrada libre


        En otras entradas en Ciencia con Chocolate he dado algunas pinceladas al respecto: Ciencia, esta vez sin chocolate. Ciencia básica o ciencia aplicada, una disyuntiva equivocada.  


        Apunta también la próxima charla propiamente dicha del ciclo, que comentaré en breve.

Virus emergentes. Una nueva amenaza en un mundo globalizado y cambiante.

Dra. Ester Lázaro, Investigadora del Centro de Astrobiología CSIC-INTA.

Cuándo:
Martes, 15 de noviembre de 20:00 a 21:30

Dónde:
Chocolatería VALOR – C/ Ibiza, 33 – Madrid

Entrada libre – Aforo limitado – Consumición no incluida


Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa.

Eppur si muove


Esta frase, “y sin embargo se mueve”, es atribuida a Galileo tras tener que abjurar de sus observaciones científicas sobre el movimiento de la tierra alrededor del sol. Me ha parecido un resumen “poético” de la charla de ayer, en la que Emilio Cáceres nos ilustró sobre los estrictos requerimientos de la Ciencia y las muchas vías por las que la pseudociencia “nos convence” más fácilmente.

Emilio nos dio una magnífica, rigurosa y a la vez amena charla que puedes encontrar aquí. A ella volveré. Pero, como en otras ocasiones en Ciencia con Chocolate, fue la discusión posterior lo más ilustrativo. Una persona pidió más beligerancia a los científicos frente a la pseudociencia. Otras personas pidieron más respeto para las terapias alternativas, “porque conozco algún caso en el que funcionó”. Esta percepción personal también se ha tratado en alguna entrada previa, pero parece que habrá que volver sobre ello.




Pero, como decía al principio, basándome en algo que el propio Emilio comentó en su charla, quiero hacer un primer resumen de la entendible dificultad de aceptar el conocimiento científico cuando contradice nuestra experiencia. ¿Cuándo se dieron cuenta los humanos de que el sol sale todas las mañanas, cruza el cielo y se oculta por la noche hasta el día siguiente? El calendario egipcio, que implica reconocer ya la periodicidad de dicho movimiento, tiene 5.000 años. Pero seguro que nuestros antepasados fueron conscientes del movimiento del sol por el firmamento hace ¿10.000, 20.000, 50.000 años? Pudo ser incluso antes, por algún antecesor del género Homo. Por ello, es fácil entender que se rechazaran las explicaciones de Galileo,  e incluso que le condenara la Santa Inquisición, cuando sus observaciones aplicando el método científico demostraron que era realmente la tierra la que se movía alrededor del sol. La humanidad, y no estoy seguro de que en su totalidad, solo ha sido capaz de generar y admitir el conocimiento que contradice la experiencia personal sobre el movimiento del sol en una muy pequeña fracción temporal de su historia. Así que no nos debemos extrañar de que muchas personas se aferren a algo que parezca funcionar o que dé una contestación sencilla a sus dudas, aunque no esté demostrado científicamente. Pero quizás sí podamos explicarlo mejor. Seguiremos en ello.

Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa.


No me malinterpretes


Cuando critico el que se empleen argumentos pseudocientíficos para venderte un alimento, una crema de belleza, un tratamiento médico o cualquier otra cosa, no critico a quien, por el motivo que sea, siempre respetable, lo compra. Critico al que da falsas esperanzas. Critico al que juega con tu salud. Critico al que intenta detraer recursos sanitarios en favor de su bolsillo.

Por eso en Ciencia con chocolate tendremos, como ya he anunciado, varias conferencias para que sigas decidiendo lo que quieras, pero con más conocimiento e información. Te esperamos el martes 18 de octubre.

 
La impaciencia es la madre de la pseudociencia.

Emilio Cáceres Vázquez, licenciado en Ciencias Biológicas y en Ciencias Ambientales, profesor de educación secundaria.


Cuándo:
Martes, 18 de octubre de 20:00 a 21:30


Dónde:
Chocolatería VALOR – C/ Ibiza, 33 – Madrid

Entrada libre – Aforo limitado – Consumición no incluida


Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa

Quizás debiéramos tomárnoslo más en serio

Hay algunos reclamos publicitarios – cremas con células madre vegetales, pulseras para el equilibrio energético o alimentos curalotodo – que a los científicos en general nos hacen gracia. Pero quizás debiéramos reaccionar de otra forma, pues la misma falta de pruebas sobre su eficacia se da en alternativas médicas que, por tanto, pueden ser peligrosas, no solo para el bolsillo, sino para la propia salud.

Mucho mejor que yo lo explica Mario Bunge, doctor en Ciencias Físicas y filósofo de la Ciencia: “Los científicos y los filósofos tienden a tratar la superstición, la pseudociencia y hasta la anticiencia como basura inofensiva o, incluso, como algo adecuado al consumo de las masas; están demasiado ocupados con sus propias investigaciones como para molestarse por tales sinsentidos. Esta actitud, sin embargo, es de lo más desafortunada. Y ello por las siguientes razones. Primero, la superstición, la pseudociencia y la anticiencia no son basura que pueda ser reciclada con el fin de transformarla en algo útil: se trata de virus intelectuales que pueden atacar a cualquiera —lego o científico— hasta el extremo de hacer enfermar toda una cultura y volverla contra la investigación científica. Segundo, el surgimiento y la difusión de la superstición, la pseudociencia y la anticiencia son fenómenos psicosociales importantes, dignos de ser investigados de forma científica y, tal vez, hasta de ser utilizados como indicadores del estado de salud de una cultura.”
(Tomado de la reseña de nal del formularioLas pseudociencias ¡vaya timo! Mario Bunge. Colección ¡Vaya timo!, 14. Editorial Laetoli. ISBN: 978-84-92422-24-1).



En Ciencia con Chocolate vamos a dedicar varias charlas, empezando por la del próximo martes 18 de octubre, a que conozcas mejor el método científico, el proceso de desarrollo de un medicamento, el fundamento y la necesidad de las vacunas, para que así puedas distinguir tu mismo Ciencia de pseudociencia.
Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa

La batalla continua

Hay enfermedades, demasiadas, como la comentada en mi entrada anterior, para las que aún no disponemos de ningún tratamiento efectivo. La investigación y la transferencia del conocimiento son el único camino para, algún día, llegar a desarrollarlo. Pero es más, tampoco podemos bajar la guardia frente a enfermedades que parecían controlables y controladas. En su charla, el Prof. Miguel Vicente nos guió a través de la evolución de la mortalidad durante el siglo XX, en particular respecto a las enfermedades infecciosas. En el primer tercio de siglo la mortalidad se redujo drásticamente, principalmente debido a las mejoras en higiene y nutrición. La reducción aceleró su tendencia con la introducción de los antibióticos, así como con el progresivo desarrollo de los programas de vacunación (por cierto, del desprestigio de las vacunas en algunos círculos tendremos que hablar algún día). Esta tendencia se mantuvo hasta los años 80, cuando empezó a aumentar de nuevo la tasa de mortalidad. Las razones, variadas, como la aparición del SIDA (también dedicaremos una charla a las enfermedades emergentes) pero, también, el aumento de las resistencias a los antibióticos. No queda más remedio que seguir investigando y luchando en una batalla que parecía casi ganada.





Miguel también me comentó, como otros conferenciantes ya habían hecho antes, la dificultad de enfrentarse a un público tan variado. Y tan interesado, diría yo. Le hicieron preguntas desde una estudiante de 4º de la ESO a una Dra. en Bioquímica, colega del CSIC. Esa “dificultad” es parte del encanto de Ciencia con chocolate, pues pone de manifiesto los diversos interrogantes y puntos de vista que surgen ante el conocimiento científico. Bueno, también el chocolate tiene su encanto.

Si no pudiste venir a la charla o quieres recordar lo que Miguel nos contó, puedes encontrarlo en su blog.

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Nadie dijo que fuera fácil decidir

El comentario sobre la interesante charla de Miguel Vicente tendrá que esperar. No he tenido tiempo de escribirlo porque he estado asistiendo al Congreso Alzheimer Internacional 2011 sobre la Enfermedad de Alzheimer. Y lo que allí se ha presentado me han inducido a redactar esta entrada y retrasar aún un poquito más el comentario pendiente. ¡Seguro que Miguel lo entiende!
Uno de los propósitos de Ciencia con chocolate es darte información contrastada para que puedas decidir con conocimiento. Decidir sobre los problemas que nos afectan a todos. Y la Enfermedad de Alzheimer, seguro que estás de acuerdo, es uno de ellos. Afecta dramáticamente a los enfermos y a sus familias, pero también a toda la sociedad por su creciente incidencia y los recursos que demanda.
El congreso, muy bien organizado, reflejó los tres frentes de la batalla contra el Alzheimer. La necesidad de apoyo a los pacientes y sus cuidadores, el ámbito sanitario que incluye el diagnóstico, el seguimiento y los tratamientos paliativos, y, finalmente, la investigación para intentar, algún día, tener una terapia realmente efectiva contra esta enfermedad a día de hoy incurable.

(imagen original en http://alparaiso.com/es)

Pero, ¿cómo priorizar unos recursos limitados para cubrir los tres frentes? ¿Cómo priorizar la Enfermedad de Alzheimer, personal y psicológicamente devastadora, frente a otras enfermedades que matan más rápidamente? La verdad que las decisiones no son fáciles, pero creo que todos debemos participar en definir las prioridades de gasto e inversión.
En Ciencia con chocolate ya hablamos de la Enfermedad de Alzheimer. Y volveremos a hablar.
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Próxima charla

Te esperamos en nuestra próxima charla, en la que podrás comprobar que en el mundo de las bacterias tampoco las cosas son blanco o negro.

Más información en la entrada anterior ¿Bacteria mala, bacteria buena? y en el blog del conferenciante.

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Ciencia y Sociedad


He intentado transmitir en todas las entradas del blog el mensaje de que la Ciencia impregna cada vez más todos los ámbitos de la Sociedad. La Ciencia puede y debe proponer soluciones a muchos de los problemas médicos, técnicos, medioambientales, etc. actuales. La Ciencia puede y debe crear riqueza y contribuir al desarrollo sostenible. Pero, para ello, la Ciencia requiere apoyo económico y político. Pero dicho apoyo solo será sólido si la Sociedad comprende cómo la Ciencia puede contribuir a su bienestar. Y dicha comprensión solo será posible si los científicos divulgamos nuestro trabajo realizado tanto en los laboratorios académicos como en los de empresas. 
Este es el mensaje que yo también encuentro en la revista de la SEBBM. En ella se publican cada trimestre desde artículos divulgativos hasta reseñas científicas para profesionales de la investigación, pasando por artículos y entrevistas de política científica e, incluso, una ácida viñeta humorística. Os animo a leerla, también los números anteriores (mi favorito, Bioquímica culinaria).


Y no olvidéis asistir a nuestras próximas charlas que tienen algo que la revista no puede dar: la proximidad con el conferenciante (y el chocolate).








Esas incomprendidas bacterias que nos invaden.

Prof. Miguel Vicente, Centro Nacional de Biotecnología, Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Cuándo:
Martes, 20 de septiembre de 20:00 a 21:30

Dónde:
Chocolatería VALOR – C/ Ibiza, 33 – Madrid

Entrada libre – Aforo limitado – Consumición no incluida


 
La impaciencia es la madre de la pseudociencia.

Emilio Cáceres Vázquez, licenciado en Ciencias Biológicas y en Ciencias Ambientales, profesor de educación secundaria.

Cuándo:
Martes, 18 de octubre de 20:00 a 21:30

Dónde:
Chocolatería VALOR – C/ Ibiza, 33 – Madrid

Entrada libre – Aforo limitado – Consumición no incluida




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Ciencia y pseudociencia

En un reciente estudio sociológico (El País, domingo 7 de agosto) los científicos, junto con los médicos, resultamos ser los profesionales en los que más confían los españoles. Seguro que a todos los investigadores que leímos el artículo nos alegró saberlo, aunque enseguida apareció alguna carta al director constatando el contraste entre la confianza depositada y el apoyo profesional y económico a la investigación. Vamos, que una cosa es predicar y otra dar trigo.

Aunque, por el contrario, sí parece que la ciencia pueda dar trigo, y no solo por sus aplicaciones. Seguro que recuerdas varios reclamos publicitarios de alimentos, de cremas de belleza, de tratamientos de salud, etc, donde los supuestos “fundamentos científicos” o “las investigaciones realizadas” se utilizan para convencernos de que compremos.  Peor aún, en EE.UU., el creacionismo se ha disfrazado de teoría científica, “El diseño inteligente”, para entrar en las escuelas en competencia con la Teoría de la Evolución y pretender demostrar científicamente una creencia. ¡Me temo que no tardará mucho en llegarnos!

Tenemos que aprender a distinguir Ciencia de pseudociencia. Y, también, preguntarnos los científicos por qué muchas, demasiadas veces la pseudociencia resulta más atractiva que la propia Ciencia. Para aclararnos, hemos organizado una charla de Ciencia con chocolate.



La impaciencia es la madre de la pseudociencia.

Emilio Cáceres Vázquez, licenciado en Ciencias Biológicas y en Ciencias Ambientales, profesor de educación secundaria.

Cuándo:
Martes, 18 de octubre de 20:00 a 21:30

Dónde:
Chocolatería VALOR – C/ Ibiza, 33 – Madrid
Entrada libre – Aforo limitado – Consumición no incluida

Y si aún tienes un poco de tiempo este verano, puedes leer su libro Creacionismo y diseño inteligente frente a evolución: un debate inexistente. En cualquier caso, vente a la charla, pues la pseudociencia es, por desgracia, mucho más amplia, como nos ilustrará Emilio.


Ciencia con chocolate surge del convencimiento de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular de la necesidad de la divulgación científica rigurosa.