Los países con más potencial de desarrollo son normalmente los que invierten adecuadamente en la generación de conocimiento en los laboratorios académicos y en las empresas. Ese conocimiento da lugar, en una pequeña proporción, al desarrollo de nuevos bienes y servicios que contribuyen al avance social y económico y, también, a la apreciación de la labor científica por parte de los ciudadanos. El conocimiento también permea a la sociedad mediante la divulgación, incrementando la cultura científica. Y la consideración social y la cultura científica contribuyen a mantener unos niveles altos de inversión en investigación. Que este círculo virtuoso se mantenga y no se convierta en un círculo vicioso depende de que las tres “patas” estén adecuadamente equilibradas. Equilibrar estas tres actividades (investigar, transferir y divulgar) está, al menos, en el espíritu de la nueva Ley de la Ciencia. Esperemos que también llegue a estar entre sus logros.
Desde la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) queremos contribuir con la organización de estas tertulias (Ilustración de Clara de la Rosa).Puedes leer otra opinión al respecto en http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=48505&origen=notiweb
Ciclo de conferencias:
Bioquímica y Biotecnología para la salud y el medio ambiente
Jueves 26 de mayo a las 20:00 horas