PRÓXIMA CHARLA


PRÓXIMA CHARLA:


¿Es personal la medicina personalizada? Carmen Ayuso, Doctora en Medicina y Cirugía, Jefa del Departamento de genética médica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y Directora científica del IIS-FJD. Miércoles 24 de septiembre de 2025, 19:00 en el Moe Club, Av. de Alberto Alcocer 32, Madrid.


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Y el lenguaje ayudó a crear al hombre.

Me he permitido adaptar el título de un libro del Prof. António Damásio que ilustra la idea que me daba vueltas en la cabeza tras la charla de la Dra. Ángela Loeches.

Ángela, en su excelente charla, que nos ha dejado aquí, nos llevó desde los aspectos más visuales de la comunicación no verbal, muchos de los cuales compartimos incluso con animales muy sencillos, hasta cómo ese tipo de comunicación se ha podido plasmar en el lenguaje, una capacidad tan definitoria de la especie humana. Y, en el camino, nos habló de los genes posiblemente implicados en la aparición del lenguaje, nos ilustró sobre las estructuras anatómicas, cerebrales y no neurales, que correlacionan con la existencia del lenguaje, y tampoco olvidó comentar las diferentes hipótesis que existen sobre la evolución del lenguaje.

¿Te parecen muy diferentes las expresiones?

Una charla muy completa, rigurosa y, sobre todo, apasionante sobre una faceta de la naturaleza íntima de la especie humana que, sin embargo, tiene similitudes sorprendentes con otras especies. Tal como se discutió tras la charla, no solo los primates no humanos presentan capacidades comunicativas que podrían subyacer al lenguaje, sino que también dichas capacidades se encuentran, incluso más desarrolladas en ocasiones, en delfines, elefantes y algunos tipos de aves.

Varias Sociedades y Asociaciones Científicas apoyan la implicación de los científicos en la divulgación rigurosa de los resultados de la investigación a la sociedad.




Un salto cualitativo.

La investigación ha ido poniendo de manifiesto la unicidad de la vida. Todos los seres vivos compartimos código genético, reacciones bioquímicas, fisiología celular, etc. Es bastante fácil verlo estudiando organismos a diferentes niveles de la escala evolutiva. La complejidad va aumentando progresivamente, con una cierta correlación cuantitativa: número de genes, número de células, etc.
Sin embargo, hay situaciones en las que se produce un gran salto cualitativo. El todo parece ser más que la suma de sus partes. En Ciencia con chocolate hemos tenido la oportunidad de conocer algunos de ellos. Uno es el origen de la vida. ¿Cómo la acumulación de moléculas acabó dando lugar a un organismo vivo? El otro son las facultades del cerebro, que también hemos tratado aquí. ¿Cómo pasamos de un sistema de control de la relación del organismo con su ambiente a la consciencia de sí mismo?
Pero el rastro evolutivo existe y, así, encontramos funciones precursoras en la escala evolutiva. El lenguaje es una de las facultades genuinamente más humanas. Es nuestra principal forma de comunicación. Pero la comunicación se da en muchas especies animales. A través de olores, colores, movimiento, los animales se comunican con conocidos y extraños, se defienden, cortejan, reconocen a su descendencia y engañan a sus depredadores. Pero a pesar de su sofisticación, ninguno de estos sistemas de comunicación iguala al lenguaje humano.
La Dra. Ángela Loeches abordará en su charla cómo se comunican los animales y de qué manera la evolución, en particular la selección natural, ha perfilado estos comportamientos, hasta hacer posible la aparición de un sistema singularmente complejo y único como es nuestro lenguaje.

Otro aspecto importante relacionado con su charla es la experimentación animal. Su grupo trabaja con primates del centro de rescate de primates (RAINFER), al que el SEPRONA envía primates incautados y decomisados, de tráfico ilegal, de circos, etc. En ocasiones llegan con deprivaciones sensoriales muy severas y problemas importantes de comportamiento y cognición. En estos casos hacen rehabilitación, además de estudios de comportamiento, no invasivos ni agresivos. Ángela Loeches Alonso es Doctora en Psicología y profesora titular de Psicobiología en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid. Imparte docencia de materias relacionadas con la Evolución, la Etología (estudio del comportamiento animal) y la Primatología. Su investigación se ha centrado en el estudio de las bases biológicas de la comunicación, la emoción y la cognición en humanos (niños y adultos normales, así como con distintas patologías) y en primates no humanos, desde una perspectiva evolucionista, dando lugar a numerosas publicaciones, contribuciones científicas y dirección de tesis doctorales y trabajos de investigación. Ha sido Vicerrectora de la Universidad Autónoma de Madrid en dos ocasiones y, más recientemente, Decana de la Facultad de Psicología de la misma Universidad.

La comunicación en los animales y la evolución del lenguaje humano.

Dra. Ángela Loeches Alonso, Doctora en Psicología, profesora titular de Psicobiología en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid.
Dónde:
Chocolatería VALOR – C/ Ibiza, 33 – Madrid

Cuándo:
Martes, 10 de junio, de 20:00 a 21.30

Entrada libre – Aforo limitado – Consumición no incluida

 Varias Sociedades y Asociaciones Científicas apoyan la implicación de los científicos en la divulgación rigurosa de los resultados de la investigación a la sociedad.





Condicionamiento positivo

En la charla del Prof. Luis Carretié sobre las emociones y sus bases en el cerebro aprendimos muchas cosas. Por ejemplo, el condicionamiento positivo que representa escuchar una interesante charla mientras se disfruta del chocolate, ya que el chocolate contiene varias sustancias que inciden positivamente en los circuitos cerebrales de las emociones.

 
(La emoción reflejada en nuestra cara es una forma esencial de comunicación.
Imagen tomada de la wikipedia)

Luis nos habló sobre las emociones inmediatas, necesarias para la comunicación, la reacción, la supervivencia; sobre aquellas que perduran en el tiempo; y sobre aquellas que son características del temperamento individual. También habló de las zonas del cerebro que intervienen en su procesamiento, de los circuitos de los que dependen y de algunas moléculas implicadas.

Luis nos ha dejado algunos de los enlaces que preparó para su charla:
¡A ver si eres capaz de contar los pases del equipo blanco!

Y también nos deja el enlace a la página que está elaborando para personas interesadas en el funcionamiento del cerebro.


(Actividad cerebral en respuesta a emociones faciales.
Imágenes de resonancia magnética funcional tomada de un artículo científico)
 
Mientras organizábamos su charla, tuvimos una discusión científica del tipo “botella medio llena – botella medio vacía”. Luis, psicobiólogo, está entusiasmado con el avance que representa adscribir una emoción a un área y a un circuito cerebrales. Yo, neurobiólogo molecular, estoy deseoso de que se llegue a poder describir las reacciones bioquímicas cerebrales que subyacen a una emoción. Seguro que desde la colaboración entre los campos de la neurociencia lograremos avanzar en la comprensión de nuestro cerebro y, consecuentemente, en el desarrollo de mejores tratamientos para los devastadores trastornos neurológicos.

 
 

¿Sigue siendo el cerebro un gran desconocido?

Desde las diversas ramas de la neurociencia (psicobiología, neurobiología, neuropsicología, neurogenética) se está profundizando en el estudio y la comprensión de ese órgano donde situamos la esencia del ser humano. Y lo que la ciencia nos va revelando son importantes similitudes, así como una evolución gradual desde los organismos más simples hasta nosotros, en los genes, los procesos celulares y las funciones.

(Imagen original del Dr. Woutergroen, tomada de wikimedia commons)

Vamos a dedicar al cerebro varias charlas en Ciencia con chocolate, empezando por aquello que, posiblemente, compartimos todos los organismos: las emociones.

El Prof. Luis Carretié nos ilustrará sobre la función y la utilidad de las emociones, así como sobre las estructuras cerebrales responsables de que experimentemos y expresemos emociones. Y, también, de las consecuencias del mal funcionamiento de estas estructuras. Nos hablará de la relación entre emoción y cognición, de si se pueden manejar independientemente y de si conviene hacerlo. Seguro que al final de la charla ya no pensarás en tu cerebro como un gran desconocido.
 
Luis Carretié Arangüena es catedrático de Psicobiología en la Universidad Autónoma de Madrid. Coordina el grupo de investigación “Cerebro, Afecto y Cognición” (http://www.uam.es/CEACO), que cuenta con investigadores de distintas universidades y centra su actividad en el estudio de las bases neurales de los procesos cognitivos y emocionales. Dicha actividad ha dado lugar a numerosas publicaciones en revistas científicas de gran prestigio dentro del ámbito de la Neurociencia cognitiva y afectiva. Ha sido presidente de la Sociedad Española de Psicofisiología y Neurociencia cognitiva y afectiva (SEPNECA: http://www.uam.es/SEPNECA).
 

El cerebro emocional.
Prof. Luis Carretié, Doctor en Psicología, Catedrático de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Madrid.
Donde:
Chocolatería Valor, C/ Ibiza 33, Madrid.
Cuando:
Jueves, 21 de marzo, de 20:00 a 21:30.
Entrada libre Aforo limitado - Consumición no incluida.
Varias Sociedades y Asociaciones Científicas apoyan la implicación de los científicos en la divulgación rigurosa de los resultados de la investigación a la sociedad.


 

 

 

Estrés digital

¡Cómo me gusta encontrar en otras páginas de divulgación científica temas coincidentes con los planteados en Ciencia con chocolate!  Justo en mitad de las vacaciones (tengo la mala costumbre de llevarme el ordenador a que le dé el aire…), CIDi+ Biomed ha publicado un artículo titulado “La neurociencia demuestra que el cerebro no está preparado para la sobrecarga de información”. Se refiere a las posibilidades de realizar casi simultáneamente multiples actividades que permiten los medios digitales. Sería otra situación relacionada con la planteada en El cerebro digital. La página CIDi+ Biomed requiere registrase, a lo que te animo, no solo por este artículo, sino por sus interesantes contenidos sobre Investigación, Desarrollo e innovación en Biomedicina.

El artículo refleja una recopilación de una asociación de Universidades on line, a la que puedes acceder aquí, y cuyo resumen gráfico también inserto a continuación. No me queda del todo claro el rigor de estos estudios, ni la validez general de las observaciones, entre otras cosas porque no son mi campo de especialidad. Además, el verbo demostrar me gusta poco en el contexto de las ciencias experimentales y, de hecho, procuro no utilizarlo en mis artículos científicos. Prefiero el verbo sugerir. Pero es, desde luego, un tema candente que requiere investigación y discusión; en resumen, ¡más conocimiento!


Por cierto, un pequeño aliciente adicional para registrarte en CIDi+ Biomed podría ser que desde el próximo mes escribiré un blog titulado “Desde mi torre de marfil”. En él iré desarrollando mi experiencia personal en transferencia del conocimiento, un tema que ya he tratado brevemente en Ciencia con chocolate.

 

El cerebro digital

Hay un tema que me interesa como neurobiólogo (y como padre de nativos digitales). Es un tema sobre el que pregunto en cada ocasión que tengo, como en la última charla de Ciencia con chocolate.

Me explico. El cerebro humano es el resultado de un proceso evolutivo de millones de años, que le ha llevado a ser capaz de integrar “en tiempo real” la información recibida por todos los sentidos. Cuando hablamos con alguien, no solo le escuchamos, también observamos sus gestos, sus movimientos; vemos cómo responde a nuestras palabras. Es más que probable que originariamente oliéramos sus reacciones de miedo, de ira, de gusto, etc. Posiblemente, la actividad social de las celebraciones o las negociaciones con comida sirvan también para incluir información gustativa. E, incluso, si somos latinos nos tocamos mientras hablamos. Mi pregunta, mi duda, es si la información recibida a través de un medio digital, con reducida información sensorial, tiene la misma calidad que la información completa (y compleja) recibida por múltiples sentidos. Y, al igual que pasa, por ejemplo, con los idiomas aprendidos tardíamente, si su impronta en el cerebro no será muy diferente.

Por ello, me encantó la contribución de Laureano Pérez-Castaño, que nos recomienda un artículo sobre lectura digital vs. lectura en papel. Intentaré traer el tema a Ciencia con chocolate desde el punto de vista psicobiológico, aunque me temo que las investigaciones al respecto aún sean algo incipientes.