PRÓXIMA CHARLA


PRÓXIMA CHARLA:


¿Es personal la medicina personalizada? Carmen Ayuso, Doctora en Medicina y Cirugía, Jefa del Departamento de genética médica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y Directora científica del IIS-FJD. Miércoles 24 de septiembre de 2025, 19:00 en el Moe Club, Av. de Alberto Alcocer 32, Madrid.


¿Huella o pisotón?

 

Por Enrique J. de la Rosa


Cualquier persona que disfrute observando las formaciones geológicas, o que se sobrecoja con la extraordinaria fuerza de los terremotos o de los volcanes, probablemente pensará que los seres humanos apenas tenemos influencia geológica en nuestro planeta. Sin embargo, es posible que esto esté cambiando.

Erupción volcánica de La Palma de 2021/Autor Miguel Calero, Distribuida por la Agencia Efe

El término Antropoceno, tema de la próxima charla, se aplicaría a una época geológica definida por los cambios en nuestro planeta causados por la actividad humana. De momento es un término informal. Al contrario de cómo se ha definido hasta ahora la historia geológica de la tierra, estudiando las rocas y sedimentos que han llegado hasta nosotros, los investigadores del Sistema Tierra tienen que valorar si las señales y los cambios globales que caracterizarían el Antropoceno persistirán en el registro geológico durante milenios, mucho más allá de la escala del tiempo humano. 

Ejemplos de probable persistencia no faltan. La erosión y la sedimentación causadas por actividades humanas como la agricultura, o la construcción superan a la de todas las fuentes naturales en el moldeado de la superficie de la tierra. Además, se han fabricado materiales que ya se están incorporando al registro sedimentario: hormigón, ladrillos, vidrio... La extracción de recursos minerales y de combustibles fósiles ha dejado también su huella en el subsuelo, en los océanos y en la atmósfera. También hemos introducido nuevos elementos y sustancias en la composición de la corteza terrestre: los pesticidas, entre otros productos de síntesis química, están distribuidos por todo el planeta, así como los isótopos resultantes de las detonaciones nucleares. 


Huellas de la actividad humana las hay, aunque en algunos casos más que huellas son pisotones, y además en nuestros propios pies. Nuestro planeta ha experimentado grandes cambios y catástrofes naturales que han modificado sustancialmente la biodiversidad, generando enormes extinciones. Por eso sabemos que la Tierra continua y continuará su evolución durante millones de años. Tenemos que concienciarnos de que lo que está en juego no es nuestro planeta, sino nuestra capacidad de habitar en el mismo. La explotación de los recursos es necesaria, pero debemos ser más conscientes y hacerla del modo más sostenible posible.  

El que la comunidad científica se esté planteando si estamos en un nuevo tiempo geológico, el Antropoceno, nos tendría que hacer revisar nuestro papel en el planeta. Estos temas se discutirán en la charla, así como la investigación en Geología también busca un futuro mejor para la humanidad aprendiendo de los errores del pasado.


¿Vivimos en el Antropoceno?

Miércoles 28 de junio de 2023, 19:00h

Pangea, C/ Príncipe de Vergara 23, Madrid



Ana Mª Alonso Zarza es doctora en Geología, Catedrática del Departamento de Mineralogía y Petrología de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid y actual Directora del Centro Nacional Instituto Geológico y Minero de España-CSIC. Su investigación se ha centrado en el estudio de depósitos continentales, habiendo realizado estancias en las Universidades de Oregón (EE.UU.) y de Edmonton (Canadá). Ha impartido diferentes asignaturas de Licenciatura y Grado en Ciencias Geológicas, y en Ingeniería Geológica, así como de Máster y Doctorado. Ha impartido cursos de especialización en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Católica de Chile. Fue Presidenta de la Sociedad Geológica de España (2016-2020) y, como tal, coordinadora nacional del popular Geolodía, importante actividad de divulgación a la que asisten cada año más de 10.000 personas dirigidas por más de 600 docentes e investigadores. Recibió la“Walther Medal” 2016 de la Asociación Internacional de Sedimentología como reconocimiento a sus contribuciones al campo de la Sedimentología, el Diploma del CSIC de reconocimiento a los méritos científicos durante el curso 2015-2016 y fue Científica del mes de la Asociación de Mujeres científicas y tecnólogas en enero de 2017.

El Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, la Asociación Española de Científicos, la Fundación DRO, la Sociedad Española de Inmunología y la Real Sociedad Española de Química apoyan la divulgación científica rigurosa.












Pangea, The Travel Store, nos cede su espacio para las charlas. 





La pandemia silenciosa

 

Por Begoña García Sastre, Margarita del Val y Enrique J. de la Rosa


El descubrimiento de los antibióticos a mediados del siglo XX supuso una revolución en la medicina permitiendo tratar de forma efectiva las infecciones bacterianas. Es incalculable el número de vidas que los antibióticos han salvado y, además, han colaborado, junto con las vacunas y la mejora de la higiene y la nutrición, a reducir la mortalidad infantil y aumentar la esperanza de vida, proporcionándonos la salud de la que ahora disfrutamos. 

Los antibióticos han vivido desde entonces una época dorada, considerándose en la sociedad, erróneamente, como el remedio que todo lo cura. Esta percepción ha llevado a que se hiciera un abuso de estos medicamentos, cuyas consecuencias llevamos años sufriendo y que cada vez resultan más preocupantes: las bacterias multirresistentes

Imagen: Anna Shvets, Pexels.com

La resistencia de las bacterias a los antibióticos se considera una “pandemia silenciosa” siendo ya uno de los problemas de salud más preocupantes a nivel global. No solo afecta al tratamiento de infecciones bacterianas clásicas, sino también al riesgo de infección en muchas cirugías que mantienen nuestra calidad de vida. Para entender por qué se puede denominar pandemia debemos poner el problema en contexto con unos pocos números. A principios de 2022, The Lancet publicó un estudio sobre la resistencia bacteriana en el que se revelaba que en 2019 las infecciones con bacterias resistentes fueron la causa de 1 de cada 8 muertes en el mundo, siendo la segunda causa de mortalidad ese año. Tal como resalta José Miguel Cisneros (Instituto de Biomedicina de Sevilla), “los resultados del estudio son muy impresionantes, ya que el número de muertes relacionadas con estas infecciones en el año del estudio, 2019, fue superior al número de fallecidos por covid-19 después de tres años (7,7 millones vs. 6,6 millones)”. Y no es, como otras emergencias sanitarias, un problema de salud de países con pocos recursos. En Europa se calculan unas 35 000 muertes al año según el Centro europeo para la prevención y el control de enfermedades (ECDC), 4 000 de ellas en España (¡cuatro veces más que los accidentes de tráfico!). En EE.UU. se contabilizan más de 2,8 millones de infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos al año. Y, por si esto fuera poco, la Organización Mundial de la Salud advierte que el problema puede ir a peor, ya que las muertes anuales relacionadas con la resistencia a los antibióticos podrían situarse en torno a los 10 millones de personas en 2050, convirtiéndose en la principal causa de mortalidad en el mundo superando al cáncer

Además de la amenaza que supone para la salud global, tiene también consecuencias económicas. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ha estimado que el coste que supone la resistencia bacteriana en los sistemas sanitarios de los países de la Unión Europea se sitúa en 1 100 millones de euros anuales y provoca grandes pérdidas en el Producto Interior Bruto (PIB). 

Pese a todos estos datos, que confirman que la emergencia es real y actual, no parece un problema del que la sociedad sea plenamente consciente. Por ello, se debe informar y concienciar sobre su magnitud para fomentar un uso más responsable de los antibióticos.

La investigación, como en muchas otras amenazas globales, juega un papel esencial en la búsqueda de soluciones. Los científicos llevan años siendo conscientes del problema que suponen las bacterias multirresistentes y trabajan a contrarreloj en busca de alternativas. Hay varias líneas de investigación prometedoras para hacer frente a estas súper bacterias como pueden ser la fagoterapia, el uso de virus bacteriófagos (que matan a las bacterias pero son inocuos para los humanos) o partes de estos; la modificación, adaptación o combinación de antibióticos ya existentes; o la más cara y complicada, desarrollarlos nuevos. Todo esto, entre otras alternativas prometedoras

Buscando nuevos antimicrobianos entre lo más pequeño


En esta charla se abordará el problema de la resistencia a antibióticos, en qué consiste y cómo se originan y transmiten estas resistencias, así como las principales soluciones que, desde la investigación, se plantean. En concreto, se tratarán los últimos avances en nanotecnología aplicada a nuevos métodos de diagnóstico y terapia. 

Esta línea, desarrollada en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, trata de trasladar el concepto de "multivalencia química" a la aplicación práctica en la búsqueda de nuevos antimicrobianos o la mejora de los ya existentes. La multivalencia consiste en que la disposición múltiple de varias moléculas terapéuticas en una única nanopartícula no suma, sino que multiplica su potencial antimicrobiano. Por poner un ejemplo, una nanopartícula que contiene 4 moléculas de un antimicrobiano, no va a ser simplemente 4 veces más potente que cuando se utiliza el antimicrobiano solo, sino que puede ser decenas o incluso miles de veces más efectivo. Eso permite dos cosas: convertir una molécula a priori con poca efectividad en una nanopartícula con gran eficiencia; y encontrar posibles nuevos usos a antimicrobianos ya estudiados pero descartados, por lo que no es necesaria una gran inversión en descubrir otros nuevos. 


Nanotecnología y resistencia a antimicrobianos: combatiendo la "pandemia silenciosa" con pequeñas grandes armas

Miércoles 26 de mayo, 19:00h

Pangea, C/ Príncipe de Vergara 26, Madrid.


Jesús Miguel Sanz Morales es Doctor en Ciencias Químicas y Científico Titular en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde lidera el Laboratorio de Ingeniería de Proteínas frente a la Resistencia a Antimicrobianos. También es Catedrático de Universidad en excedencia. Las líneas de investigación de su grupo comprenden el estudio estructural de péptidos y proteínas con capacidad antimicrobiana y el uso de procedimientos nanobiotecnológicos para incrementar su efectividad.


El Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, la Asociación Española de Científicos, la Fundación DRO, la Sociedad Española de Inmunología y la Real Sociedad Española de Química apoyan la divulgación científica rigurosa.












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¿Preocupación o entusiasmo?

 

Por Begoña García Sastre y Margarita del Val


Seguro que has oído hablar alguna vez de unos nuevos ordenadores que desafiarán el panorama computacional actual y multiplicarán casi infinitamente las capacidades de los actuales ordenadores. Son los ordenadores cuánticos, y tienen el potencial de convertirse en una herramienta realmente poderosa. 

Seguramente si has leído o escuchado información sobre ellos, ésta no haya sido precisamente positiva. Su potencia y desarrollo prometen romper con la ciberseguridad actual y el encriptamiento de datos y contraseñas, poniendo en riesgo la sociedad tan digitalizada a la que pertenecemos. A pesar de que esto es una realidad y no se puede obviar, los ordenadores cuánticos también prometen avances muy positivos, ya que sus propiedades, basadas en física cuántica, les permitirán hacer fácilmente cálculos sobre problemas con muchas variables que jamás se podrían realizar con los ordenadores que conocemos hasta la fecha.  Estas capacidades suponen la posibilidad de retomar y dar respuesta a problemas difíciles que no se podían solucionar y que los matemáticos e investigadores de otras disciplinas habían abandonado. Campos como la ciencia de materiales y química, entre muchos otros, son claros candidatos a beneficiarse de las aplicaciones que tienen los ordenadores cuánticos. 

Visión artística de un ordenador cuántico basado en átomos fríos concebido para simular problemas de química (e.g., simulador cuántico)

Aunque estas aplicaciones están aún lejanas, los últimos avances experimentales en el control y visualización de los sistemas microscópicos nos sitúan cada vez más cerca de esta tecnología. Es por ello que no debemos dejar de interesarnos. Después de la primera revolución que supuso el desarrollo teórico de la física cuántica, se piensa que este control avanzado de los sistemas cuánticos individuales va a dar lugar a una “segunda revolución cuántica”, de la que no debemos quedarnos fuera. Ya sea para beneficiarnos de sus ya mencionadas ventajas, o para protegernos de los más sonados riesgos, tenemos que tratar de entender esta nueva tecnología que, sin duda, va a afectarnos como individuos y, sobre todo, como sociedad. 

En esta charla se tratará de proporcionar los conocimientos básicos para comprender esta revolución que se avecina, entendiendo un poco más la física cuántica, por qué y cómo nos afecta y qué nos aportarán los ordenadores cuánticos cuando esta revolución se haga realidad, ya sea para preocuparnos o para entusiasmarnos. 


Física y ordenadores cuánticos: ¿qué son y para que sirven? 

Miércoles, 26 de abril de 2023, 19:00h

Pangea, C/ Príncipe de Vergara, 26, Madrid. 


Alejandro González Tudela es un científico especializado en el campo de la nanofotónica cuántica y sus aplicaciones en tecnologías cuánticas. Doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid en 2013, realizó una estancia post-doctoral de 5 años en el Instituto Max Planck de Óptica cuántica bajo la supervisión del Prof. Juan Ignacio Cirac. Desde Agosto de 2018 trabaja como Investigador Científico en el grupo de Información Cuántica del Instituto de Física Fundamental del CSIC (http://quinfog.iff.csic.es).

Sus trabajos han tenido mucha relevancia internacional, por los que ha sido galardonado con varios premios: Early Career Award (otorgado por la revista New Journal of Physics en 2017), mejor Investigador de Física Teórica Novel (otorgado por la fundación BBVA y Real Sociedad Española de Física en 2018), y, recientemente, con el premio Miguel Catalán 2021 de Ciencias de la Comunidad de Madrid a investigadores menores de 40 años. También es muy activo en divulgación, y su último articulo en la revista de la Real Sociedad Española de Física fue galardonado con el premio otorgado por la fundación BBVA y Real Sociedad Española de Física en 2022. 


El Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, la Asociación Española de Científicos, la Fundación DRO, la Sociedad Española de Inmunología y la Real Sociedad Española de Química apoyan la divulgación científica rigurosa.












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