Por Enrique J. de la Rosa y
Margarita del Val
La genética del
desarrollo, utilizando frecuentemente sistemas modelo como Caenorhabditis
elegans ("el gusano") y Drosophila
melanogaster ("la mosca"), ha revelado que diversos genes
regulan su expresión de manera precisa en el espacio y el tiempo durante el
desarrollo de los seres vivos. Algunos de dichos genes determinan la apariencia
característica de cada especie, la formación y disposición de órganos y
tejidos, así como sus funciones y, ya de paso, explican el origen de
malformaciones y enfermedades congénitas.
Imágenes tomadas
de la Wikipedia
Sin
embargo, esta poderosa herramienta de análisis experimental—la genética—ahora
potenciada por técnicas ómicas y bioinformáticas, apenas ha logrado empezar a desentrañar
uno de los rasgos más distintivos de nuestra especie: una mente capaz de
formular preguntas fundamentales como por ejemplo, entre otras muchas, ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A
dónde vamos?
Imagen tomada de la Wikipedia
La
ciencia busca responder a estas y muchas otras preguntas basándose en
evidencias. Por ejemplo, un siglo de investigación en neurología ha revelado
que el cerebro está organizado en áreas: algunas están especializadas en ver,
en oír, en oler, en tocar; otras en mover cada parte del cuerpo, en procesar el
lenguaje, en planear acciones, en sentir miedo, en experimentar placer, etc.
Gran parte de los estudios iniciales surgieron a partir de observaciones sobre
lesiones cerebrales localizadas, cuyos efectos sorprendentes ayudaron a mapear
estas funciones. Prueba de ello es el clásico busto de escayola que aún adorna
algunas consultas de neurología y la portada de más de un libro sobre el tema.
Imagen tomada de Cuaderno de Cultura Científica
Imagen tomada de Decorar con Arte
Sin
embargo, ni la anatomía ni la genética están logrando explicar esta
especialización funcional. Toda la corteza cerebral—la sede de nuestra
mente—presenta una estructura uniforme, y no existen genes específicos que
determinen cada una de estas áreas. Entonces, ¿cómo se organiza el soporte
biológico de nuestra mente?
Imagen tomada de Neuromarca
En
la charla exploraremos las cuestiones más actuales sobre este
fascinante tema, debatiremos con el ponente y reflexionaremos sobre lo más
esencial de nuestro ser: nuestra mente.
Creando mentes.
Javier Sampedro.
19:00, miércoles 26 de febrero de 2025
Moe Club, Av. de Alberto Alcocer 32, Madrid
Entrada libre a la presentación por el ponente
y al debate con los asistentes hasta completar el aforo. Durante la realización
de esta actividad cultural está permitida la presencia de los menores de 18
años, siempre que no consuman bebidas alcohólicas, y de los menores de 16 años
si están acompañados por uno de sus progenitores o tutor.
Javier Sampedro es
científico y periodista. Se doctoró en genética y biología molecular, y fue
investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa CSIC-UAM y del
Laboratorio de Biología Molecular del Medical Research Council de Cambridge
(Inglaterra). En 1995 comenzó a publicar artículos de divulgación científica en
El País. Actualmente, sigue escribiendo columnas en El País y colaborando con
Materia, la sección del mismo periódico.
El Centro de
Investigaciones Biológicas Margarita Salas, el Centro de Biología
Molecular Severo Ochoa, la Asociación Española de Científicos,
la Fundación DRO, la Sociedad Española de Inmunología y
la Real Sociedad Española de Química apoyan la divulgación
científica rigurosa.
Moe
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