ACLARACION IMPORTANTE
(20 de marzo): La
gráfica que utilicé ayer en la entrada me pareció y me parece muy ilustrativa
respecto al impacto de las medidas de contención. Sin embargo, analizada en
detalle, en nuestra opinión (Marga y yo) puede inducir a la confusión. La
gráfica refleja que las medidas, ya sean restricción parcial, como la que
tenemos implantada por el Estado de Alarma, o total, como cada vez más voces
reclaman, tienen un impacto casi inmediato en el cambio de la pendiente de la
curva y, por tanto, en el número de casos críticos. Esto no ha sido así ni en
China ni en Italia. Perdonad la posible confusión que hayamos podido causar.
Ayer
no me dio tiempo de escribir una nueva entrada. Una compañera me ha echado hoy
una bronquilla telefónicamente porque
la estuvo esperando todo el día*. Al llegar a casa, en el grupo de whatsapp de
la familia, escribí: “Estamos muy cansados de la lucha contra COVID-19. Marga
todo el día atendiendo a los medios para ganar
tiempo y yo cerrando ordenadamente un centro de 450 personas para que
podamos re-arrancar en cuanto sea posible”. Obviamente, nada que ver con la tensión y el agotamiento del personal sanitario.
Me gustaría que lo que intenta transmitir Marga y lo que modestamente pueda
aportar yo ayude a que dicha tensión no siga incrementándose. ¡Gracias a todos ellos!
Pero
volvamos al tema de hoy. Marga dio en el clavo con su artículo. En el foro científico donde se
publicó por primera vez se estaba discutiendo sobre las medidas de contención de COVID-19. Y había algunos científicos
que no las entendían. Preguntó en su laboratorio y, como la mitad de la gente, tampoco
las entendían. Pues si no lo entienden investigadores en inmunología viral…
¿qué pasará a nivel de los no científicos? La gente necesitaba que se lo explicaran;
de ahí los cientos de miles de visitas que tienen algunas páginas que han
reproducido el artículo de Marga.
El
aislamiento es esencial para la
transmisión del virus. Marga, y otros muchos más**, ya lo han explicado por
activa y por pasiva. Es
normal que la preocupación creciente por el avance de la pandemia y los
sentimientos no siempre agradables de estar encerrados en casa, por muy
solidario y responsable que sea, nos impelen a querer hacer algo más. Así que
ayer pasé algunas horas respondiendo mensajes y llamadas telefónicas de
compañeros que se quejaban: ”¡no se está
haciendo nada!”
Escenarios de contención (Fuente de la imagen)
Por
eso os quiero contar cosas que sí se
están haciendo. Por ejemplo, algunos de vosotros conoceréis ya la
iniciativa de colaborar desde los
laboratorios de investigación con el diagnóstico de COVID-19. Una
iniciativa encomiable, pero "con problemas legales, de bioseguridad, de
logística, de suministros...", en palabras del propio Jesús Pla, uno de
los promotores y compañero de Tesis. Pues sí se están haciendo cosas. En un
mensaje al CIB Margarita Salas declaré al respecto: “me siento muy reconfortado
de que desde el Central hayan tomado la iniciativa de coordinar toda la posible
aportación del CSIC [al diagnóstico molecular de COVID-19] … el diagnóstico
humano del Coronavirus es un asunto muy importante y complejo al que
contribuiremos mejor como institución que como personas aisladas”.
Marga,
por su parte, mantuvo charlas y reuniones por Skype. Desde el CSIC se está
montando una plataforma para potenciar
la investigación sobre el Coronavirus y otros futuros problemas de Salud Global.
Así, la próxima crisis nos pillará mejor preparados.
Ya
debiéramos tener todos claro por qué nos
tenemos que quedar en casa; seguiremos insistiendo. Pero creo que saber que
los investigadores están lanzando iniciativas para luchar contra esta pandemia
y otras futuras puede tranquilizar a la gente. Y, además, cuando toque pedir
cuentas por los recortes en sanidad
(¡Ahora no toca!), puede que la gente se acuerde también de los recortes en investigación.
¡Desde casa también
podemos organizar la lucha contra COVID-19!
*Por si a alguien más le pasó lo
mismo, os animo a leer un blog
que escribí ya hace algunos años sobre mi aventura en transferencia del
conocimiento. Conviene empezar por la entrada Nº 1.
**Un estudio muy completo, en inglés,
se encuentra en este artículo.
Kiko Llaneras lo recoge, en español, en su análisis
de ayer.