El conocimiento es el primer paso para solucionar cualquier problema.

Más de 1.000 millones de personas viven en zonas en riesgo de desertificación, un proceso que puede llegar a afectar a un tercio de las tierras cultivables. Un par de simples números dan idea de la magnitud del problema.

Por abordarlo, bajo el paraguas de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, los técnicos y los científicos han ido desarrollando herramientas para conocer en detalle la extensión de la desertificación e identificar sus causas. El Dr. Leopoldo Rojo, con su charla, nos sorprendió en varias ocasiones con datos no esperados. Porque la desertificación no es un problema simplemente de falta de lluvias o de suministro de agua. Depende más de la poca eficiencia en su captación por el terreno, así como de la gestión deficiente en el aprovechamiento de los recursos. También contribuye la sobreexplotación de los recursos, que no solamente se relaciona con la proliferación de los campos de golf o de los grandes regadíos en zonas de secano, sino que también puede estar relacionado con prácticas agrícolas o ganaderas tradicionales.

Cabras en Fuerteventura (Origen de la foto)

Se han desarrollado métodos para seguir la evolución de la vegetación, las precipitaciones, el aprovechamiento hídrico, etc. a nivel planetario. Los modelos predictivos sugieren qué prácticas se debieran potenciar y cuáles evitar. También permiten el seguimiento de las intervenciones en zonas en riesgo. Ahora es cuestión de gestionar mejor en base al conocimiento.
Mapa de la fotosíntesis (Origen de la foto)

Leopoldo nos recomendó este reportaje en TVE2 sobre el problema de la desertificación.